El vértigo de los once metros

Mientras Álvaro Morata se disponía a preparar su lanzamiento en la tanda que decidiría el primer semifinalista de esta Eurocopa 2020, España se dividía entre quienes opinan que la suerte de los penaltis es eso, suerte, y los que opinamos que lejos de ser una lotería, es una habilidad que se puede entrenar. Un momento para el que lanzador y portero se pueden preparar.

Tal vez convendría partir de una aclaración acerca de qué entendemos por «se puede entrenar» o «se puede preparar». O más bien, qué podemos esperar de ese entrenamiento o esa preparación. Porque realmente nadie está hablando de garantías. Entrenarse o prepararse para este momento no implica meter el gol. El rival también participa, y hay muchos factores que juegan un papel importante. En un tuit muy acertado, José María Buceta (@chemabuceta), psicólogo deportivo con amplia experiencia y un referente en nuestro país, enumeraba algunas de esas variables: «¿Quién tira? ¿En qué orden? ¿Cómo/dónde se decide tirar? ¿Cómo se ejecuta? ¿Cómo decide y ejecuta el portero? ¿Cómo influyen el estado físico y la presión?»

Como en general podemos afirmar en Psicología del deporte, hablamos de probabilidades de éxito. Existen multitud de elementos que no podemos controlar y que hacen que no podamos garantizar un determinado resultado. Pero el hecho de entrenar y mejorar nuestro control sobre aquellos que sí podemos manejar hace que tengamos una mayor probabilidad de poder tener éxito. Y eso, a veces, marca la diferencia. Si mi eficacia en aciertos a la hora de lanzar penaltis o, en baloncesto, tiros libres, es de un 70%, tal vez invertir tiempo y esfuerzo en prepararme para mejorar en este tipo de situaciones me lleve a tener un ratio de 80 o de 85%. En el alto rendimiento, suele pasar que los detalles determinan la diferencia entre ganar o perder.

Vale, pero entonces ¿qué podemos hacer para marcar la diferencia en una tanda de penaltis, partiendo de la base de que eso es posible? Atendiendo al tuit de Buceta, y a multitud de estudios realizados desde el ámbito de la Psicología a los que haré referencia a continuación, personalmente distinguiría dos grandes bloques: por un lado tendríamos un bloque «estratégico» cuyo peso recae en el entrenador/a; y por otro lado un bloque de «preparación individual» que permita afrontar con mayores garantías este tipo de situación (yo me ceñiré a la preparación psicológica, pero evidentemente el jugador tiene que estar física y técnicamente preparado)

Desde el punto de vista estratégico, el entrenador o la entrenadora deben reflexionar, analizar y tomar decisiones para un posible escenario en el que todo se decida desde los once metros (Algo muy probable en torneos como el de esta Eurocopa que, por cierto, se está decidiendo en estos momentos desde esta distancia). Atendiendo al tuit citado, tienen que determinar quiénes van a ser los lanzadores y en qué orden lo harán; conviene que hayan analizado previamente al rival en este tipo de lances y sobre ello ayuden al portero a afrontar cada lanzamiento…

Desde el punto de vista de preparación individual, los lanzamientos de penalti, especialmente en las tandas que deciden partidos después de 90 intensos minutos y una prórroga adicional, son un momento muy psicológico y cargado de presión a la que se añade el cansancio físico y psicológico que arrastra el equipo. Y existen, desde el ámbito de la psicología, diferentes estudios muy interesantes que nos pueden ayudar a preparar al equipo si sabemos aplicar el conocimiento teórico a la preparación global del jugador.

La importancia de las variables psicológicas

Geir Jordet (@GeirJordet) es un psicólogo que durante años ha estudiado la influencia de diversas variables psicológicas sobre los lanzamientos de penaltis y que ha llegado a conclusiones muy interesantes en este sentido. Conforme a Jordet (2007), los resultados de los lanzamientos desde el punto de penalti siguen un patrón lógico que involucra factores que pueden ser influenciados por la práctica y preparación sistemática. Y a tenor de diversos estudios, encontró que «las variables psicológicas mostraron una mayor relación con el resultado que cualquiera de las otras variables».

Por ejemplo, se vio que la importancia relativa de cada lanzamiento, determinada por el tipo de torneo y el número de lanzamientos, fue significativa (Jornet, 2007) Con respecto al tipo de torneo, encontraron que se marcaron menos goles en el torneo más importante y de mayor prestigio (Copa del Mundo) registrado en el estudio que en aquellos de menor relevancia (Campeonatos de Europa y América). Y en relación a la cantidad de lanzamientos, se vio que la probabilidad de éxito disminuyó progresivamente con cada tiro. Para ser exactos, se anotaron menos tantos en lanzamientos que fueron inmediatamente decisivos para el resultado (lanzamientos nº 4-9) que en los iniciales (los nº 1-3) lo que sugiere que el estrés adicional por la importancia del lanzamiento sobre el resultado final podría estar afectando al rendimiento a la hora de ejecutar el disparo, de modo que el nivel de activación del jugador sobrepasaría el nivel óptimo para el rendimiento (conforme a la clásica Ley Yerkes-Dodson) provocando ejecuciones deficientes en el disparo.

Álvaro Morata prepara el balón para su lanzamiento (fuente: 20minutos)

¿De qué juegas?

Otro aporte interesante en los estudios de Jordet es el que relaciona la posición del lanzador con la probabilidad de éxito. El autor cita a McGarry y Franks (2000), quienes relacionaban la habilidad o la destreza del jugador a la hora de anotar goles con la probabilidad de éxito en el lance de los penaltis. En otras palabras, conforme a estos autores, habría una diferencia sustancial entre delanteros y defensas a la hora de tener éxito en las tandas de penaltis, no tanto por su experiencia como por su habilidad específica en este tipo de tarea.

Los fantasmas del pasado

Por otro lado, los fantasmas del pasado también pesan. La historia del equipo está relacionada con el desempeño individual posterior bajo presión en importantes tandas de penaltis del fútbol internacional (Jordet, G., Hartman, E., Vuijk, P. J., 2011) de modo que jugadores de equipos que habían perdido una o varias tandas de penaltis con anterioridad tuvieron un desempeño peor que aquellos jugadores de equipos que sí habían ganado la tanda o tandas anteriores, o bien que no tenían antecedentes de tandas de penaltis relevantes. Esto se constató incluso cuando los protagonistas no estuvieron directamente involucrados en las tandas de penaltis anteriores, por ejemplo cuando éstas tuvieron lugar muchos años atrás.

Maldita espera

Otra variable importante estudiada en relación a los lanzamientos de penalti es la de la preparación del tiro y el tiempo de espera. Algunos autores sugieren que apresurarse durante la preparación de penaltis y no mirar la portería al preparar el lanzamiento se asocia con un desempeño negativo en la ejecución de penaltis. Para Jordet (2009), a medida que el jugador camina hacia adelante desde la línea media, debe haber múltiples pensamientos corriendo a través de la mente del jugador, que puede variar en función de las variables personales y situacionales. Se ha sugerido que esperar acontecimientos estresantes provoca una sensación de incomodidad y pavor. Tales sentimientos pueden llevar a comportamientos en los que una persona tiene como objetivo salir de la situación lo más rápido posible (Loewenstein, 1987) en una especie de conducta de escape o huída de la situación. La propia espera resulta estresante y desagradable. Y este estrés, la presión y el exceso de activación asociado, como sabemos llevan a comportamientos impulsivos, precipitados, y pueden provocar desajustes e imprecisiones a nivel físico y de ejecución que, en última instancia, pueden hacer errar el lanzamiento.

Jordet y Hartman (2008) encontraron que los lanzadores de penaltis redujeron el tiempo que tardaron en preparar el penalti cuando la presión era extraordinariamente alta. Se encontró una diferencia significativa en la preparación entre aquellos cuyo lanzamiento podía llevar al equipo a perder (menor tiempo de preparación) y aquellos cuyo lanzamiento podía llevar al equipo a ganar (mayor tiempo de preparación) Los mismos autores encontraron una correlación entre este tipo de comportamiento de evitación y un desempeño negativo en los lanzamientos.

Ojo con los ‘cracks’

Al parecer, en la línea de los estudios de Jordet (2009), el estatus de «super estrella» de algunos jugadores puede volverse en su contra. Conforme a las observaciones del autor, después de recibir un premio individual de cierto prestigio, los jugadores tenían un 65% de acierto, mientras que antes de recibir dicho premio, el porcentaje de acierto era del 85%. Esto podría ser debido a que un mayor estatus y la presión del reconocimiento público de su nivel añadiría, hipotéticamente, mayor presión a la que ya de por sí tienen estas situaciones del juego.

Comportamientos No Verbales

Otras líneas interesantes de estudio apuntarían a los llamados Comportamientos No Verbales (NVB por sus siglas en inglés) Greenlees, Leyland, Thelwell y Filby (2008) informaron que los lanzadores de penaltis que muestran un 10% de su mirada al portero durante el 10% del tiempo antes de iniciar su aproximación para ejecutar el lanzamiento, se percibieron como menos probables para ejecutar tiros precisos en comparación con los tiradores que muestran un 90% de la mirada. Los estudios citados se han basado en explicaciones basadas en esquemas de la cognición social que proponen que las personas, por razones de eficiencia, usan información (p. Ej., NVB, apariencia física y vestimenta) de instancias tempranas de interacción social para clasificar un persona en una determinada categoría o esquema de persona (Fiske y Taylor, 1991) Greenlees (2007) argumentó que clasificar a un oponente podría conducir a emociones positivas o negativas, que a su vez, podrían potencialmente influir en el rendimiento. De este modo, se podría deducir que los comportamientos de apresuramiento y ocultación descritos por Jordet y Hartman (2008) pueden influir en las expectativas de rendimiento de los porteros rivales al activar un esquema de atleta negativo de una manera similar a los comportamientos de prerrendimiento estudiados por Furley et al. (ver también, Greenlees et al., 2008)

En definitiva

Estos son sólo algunos de los interesantes datos que nos proporcionan estudios como los de Geir Jordet, los cuales encontré a raíz de un interesantísimo hilo suyo en Twitter que os dejo por aquí

Lo expuesto hasta aquí es sólo un milimétrico fragmento de años de estudio que demuestran la importancia del factor mental en el mejor o peor desempeño en el momento decisivo de una tanda de penaltis. Un conocimiento que merece ser muy tenido en cuenta y aplicado a la preparación tanto de lanzadores como de porteros si queremos marcar la diferencia y llevarnos la victoria en un lance tan particular, decisivo y estresante como es el de los once metros. El tema, contrariamente a lo que se piensa a pie de calle, es muy complejo. Por ejemplo, mientras escribo estas líneas, Italia ha ganado la Eurocopa (¿Adivináis cómo?), y Vicent Parra (@vicentparra10), psicólogo deportivo por la UV y coach deportivo por Universidad Florida, me plantea una posible situación: «¿Es bueno poner a dos jugadores por muy buenos lanzadores de penales que sean a 1 o 2 minutos del final SÓLO para eso y sin dinámica de partido y fríos?«

Melón interesante, sin duda. Se trata del caso de Rashford y Sancho, que entraron en el minuto 118 y, seguramente, pensando en la tanda de penaltis. Lo cierto es que, desde nuestra posición, sólo podemos hipotetizar. Es necesario estar dentro, vivir el día a día, conocer cómo se ha trabajado con el equipo, con cada jugador a nivel individual, qué se ha pactado en el vestuario, cómo se ha comunicado y trazado la estrategia para una hipotética tanda de penales, en qué estado se encuentran esos dos jugadores, qué tan claro tienen su rol para este partido y cómo de interiorizado y aceptado lo tienen, etc. Sólo podemos hipotetizar.

Pero puestos a hipotetizar, podríamos pensar que estos dos jugadores no van a acusar el mismo agotamiento que el resto de sus compañeros y que podría afectar a su ejecución. En cualquier caso, algunos estudios y autores apuntan a que este factor no es especialmente determinante en el desempeño a la hora de tirar a puerta. En uno de ellos (Pires Ferraz, R. M., van den Tillaar, R., Pereira, A., Marques, M., 2016) se encontró que la precisión de los lanzamientos no se ve afectada y que el efecto de la fatiga puede no ser lineal con el tiempo. De hecho, ambos jugadores, presumiblemente más frescos que sus compañeros, erraron en sus lanzamientos (el tercero de Inglaterra, por Rashford, fue al palo y el cuarto, por Sancho, lo detuvo el portero italiano), por lo que tal vez sería más interesante acudir a otro tipo de explicaciones. De nuevo, el contexto en el que todo se produce (momento en el que se da, participación que han tenido…) tiene una increíble influencia en el desenlace y merece ser tenido en cuenta en la ecuación a la hora de decidir.

Quizá a la presión que de hecho tienen este tipo de eventos podría haberse unido la añadida por el hecho de tener en sus botas el peso de la responsabilidad específica en este momento tan crucial, con el agravante de no haber tenido minutos ni en el resto del partido, ni siquiera en el encuentro de semifinales, con lo que ello supone para su confianza. Una regla básica en Psicología deportiva es evitar añadir estrés al que, de por sí, tiene el jugador en una determinada situación. En el caso de Sancho, además, con el añadido de arrastrar el fallo de su compañero y encontrarse en un lanzamiento más determinante que el resto por este mismo motivo (posteriormente vimos como Saka, con el peso aún mayor de ejecutar un lanzamiento que, de fallar, podría llevar a su equipo a la derrota, en la línea de lo visto más arriba, terminó errando y dando el título al equipo inglés)

Aplicando y confiando en el conocimiento que aporta la psicología al ámbito del deporte, tal vez se podría haber tomado una decisión más acertada o haber manejado mejor la situación.

Rashford y Sancho a punto de entrar al terreno de juego (fuente: Getty)

La cuestión planteada por Vicent merece una revisión y un post aparte, y nos plantea el interrogante de si fue una decisión equivocada por parte del entrenador inglés y si puede servir de aprendizaje para futuras ocasiones en las que se den situaciones similares. En cualquier caso, son muchos los factores a analizar en esta y otras situaciones particulares. Y la Psicología tiene mucho que decir en esto.

Los datos aportados a lo largo de este post y en multitud de estudios, sugieren la necesidad de trabajar en el plano psicológico a través de diversas vías, como pueden ser las siguientes:

  • Preparación de una estrategia que incluya una rutina para el lanzamiento: como hemos visto, el tiempo de espera, unido a la relevancia del lanzamiento, es un factor que puede provocar estrés añadido al jugador, por lo que una rutina en la que el propio jugador participe y que permita controlar y centrar su atención, permitirá un mayor control de la activación, evitando desajustes perjudiciales en este sentido.
  • Entrenamiento en habilidades de autorregulación: control de la respiración, autodiálogo, autoinstrucciones… entrenar y preparar al deportista para autorregular su propia activación es crucial, no sólo para este momento sino para otros que también son clave antes, durante y después del encuentro. Pero en este caso particular, en el que la presión puede ser máxima, resulta de especial importancia
  • Entrenamiento en condiciones similares a las que van a encontrar: este punto podría dar para otro post entero. Y es que surge una cuestión interesante ¿hasta qué punto podemos simular una situación de semejante presión, trascendencia, agotamiento físico y mental de los jugadores, etc…? evidentemente es difícil. No, es imposible replicar ese momento. Pero tal vez sí crear un contexto con ciertas similitudes, apoyándonos en recursos bien dirigidos como la visualización, para poder aproximarnos a un escenario parecido que, de algún modo, provoque emociones y sensaciones que se puedan transferir al momento de la verdad. Tal vez ensayarlo al final de una intensa sesión de trabajo, con consecuencias significativas para el equipo cada vez que un jugador falle un lanzamiento, o incluso aprovechando una sesión de puertas abiertas para aprovechar un cierto factor público.
  • Intervención indirecta vía entrenador: aquí admiro y me quito el sombrero ante la gestión del seleccionador español, Luis Enrique (@LUISENRIQUE21) quien supo manejar a la perfección la trascendencia de este momento de cara a sus jugadores, probablemente (y digo probablemente) asesorado por el psicólogo del equipo, Joaquín Valdés (@joaquinvaldes77) en una intervención indirecta muy importante para modular el estrés y la activación del grupo frente a este tipo de situaciones.

En definitiva, los detalles marcan diferencias, y competiciones como esta bien merecen preparar milimétricamente este tipo de cuestiones. Y ahí está el conocimiento que, con un arduo trabajo que debemos valorar y agradecer, aportan profesionales de la Psicología, esperando ser aplicado y llevado al campo práctico y al entrenamiento diario. Los penaltis, querido lector y lectora, NO son una lotería.

Esta Eurocopa 2020 (jugada históricamente en 2021 por las razones que todos conocemos) nos ha dado mucho para analizar y debatir al respecto, y de hecho, en este momento nuestros verdugos en la competición celebran el título tras lograrlo con una impecable tanda en la que su portero, Gianluigi Donnarumma, ha sido un destacado protagonista. Y desde aquí, desde este humilde espacio, les doy mi más sincera enhorabuena.

Bravissimo, Italia, vencísteis al vértigo de los once metros.

Referencias:

  • Jordet, G., Hartman, E., Visscher, C., Lemmink, K. (2007) Kicks from the penalty mark in soccer: The roles of stress,skill, and fatigue for kick outcomes. Journal of Sports Sciences
  • Jordet, G. (2009) Why do English players fail in soccer penalty shootouts? A study of team status, self-regulation, and choking under pressure. Journal of Sports Sciences
  • Jordet, G. (2009) When Superstars Flop: Public Status and Choking Under Pressure in International Soccer Penalty Shootouts. Journal of Aplied Sport Psychology
  • Jordet, G., Hartman, E., Vuijk, P. J. (2011) Team history and choking under pressure in major soccer penalty shootouts. The British Journal of Psychology
  • Pires Ferraz, R. M., van den Tillaar, R., Pereira, A., Marques, M., (2016) The effect of fatigue and duration knowledge of exercise on kicking performance in soccer players. Journal of Sport and Health Science