Tu cerebro te agradecerá que hagas deporte: 4 grandes beneficios para la mente

Si a día de hoy, te digo que el deporte es bueno para la salud, puede resultar una obviedad muy evidente. Son cada día más las personas que se apuntan al running, al crossfit, al fitness y demás anglicismos tan de moda en la actualidad. Y me parece genial, una excelente noticia, saber que (al menos aparentemente) va creciendo esta cultura del cuidado de la salud y del bienestar físico a través de la práctica deportiva. Más a nivel particular, los objetivos que se persiguen pueden ser muchos: mejorar la resistencia, ganar fuerza, tener un aspecto más atractivo o saludable, mejorar la forma física en general, soltar el estrés de la oficina… y todos inciden de una forma u otra en una mejora de nuestra salud.focushereandnow.jpg

Fuente: focushereandnow.com

Y ahora que empieza un nuevo curso, que dejamos atrás el verano y nos marcamos nuevos objetivos, quiero compartir contigo cuatro interesantes beneficios de hacer deporte para nuestro músculo más importante y que, si aún tienes dudas, seguro que terminan por animarte a la práctica deportiva. Vamos allá:

  • Menos dolor y más placer. La práctica de ejercicio activa la producción de endorfinas en el cerebro. Las endorfinas son opiáceos naturales que regulan la sensación de dolor, reducen la tensión nerviosa y favorecen la calma.
  • Adios, estrés. Durante el ejercicio, además, se producen unas enzimas que degradan las sustancias responsables del estrés. El estrés, una respuesta útil cuando se manifiesta de forma puntual, es el peor enemigo de nuestro cerebro cuando nos afecta de manera crónica, e incide de manera muy negativa en procesos como la atención, la memoria, la creatividad, la toma de decisiones o incluso la motivación… casi nada.
  •  Activación de la plasticidad neural. Cuando hablamos de plasticidad neural, nos referimos a la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neurales, un proceso que tiene mayor fuerza en los primeros años de vida pero que, a diferencia de lo que habitualmente se piensa, continúa durante toda nuestra existencia. Y esta conectividad es la clave de nuestro funcionamiento mental y nuestra capacidad para aprender. Como consecuencia derivada del proceso de movilización de reservas de grasa durante el ejercicio, la proteína encargada de éste, se descompone y se parte en dos. Uno de los fragmentos, la irisina, viaja directamente al cerebro, donde activa la expresión de un gen, el BDNF, encargado de favorecer la supervivencia neuronal y activar la citada plasticidad. El deporte transforma nuestro cerebro, literalmente… Fascinante, ¿verdad?
  •  Ayuda a mantener joven nuestro cerebro. Hacer deporte es una excelente forma de mantener nuestro cerebro joven y activo, y desde hace tiempo “se sabe que ralentiza el envejecimiento del cerebro, contribuye a superar las depresiones, acelera la recuperación en personas que han sufrido un derrame cerebral o un ataque de epilepsia y ralentiza la progresión de enfermedades neurodegenerativas, como las de Alzheimer y Parkinson” (David Bueno i Torrens)

Fuente: coastalsportsandwellness.com

La influencia positiva del deporte sobre nuestro cerebro se intuía hace siglos, pero es en la actualidad, con los medios de que disponemos, cuando se ha podido estudiar y demostrar científicamente este hecho. En uno de los programas de ‘Redes’, presentado por Eduard Punset, se trata este interesante tema con mayor detalle y contando con expertos en la materia. Vale la pena dedicarle la escasa media hora que dura, podéis verlo en este enlace

En definitiva, y en palabras de David Bueno, “el deporte ayuda a mejorar estados mentales tan proactivos para la propia autoconstrucción, como la atención, el optimismo y, como consecuencia, también la motivación y los aprendizajes en general”, lo que se traduce en una mayor calidad de vida, más allá del bienestar físico. Mens sana in corpore sano, una célebre cita en latín que cobra todo el sentido del mundo considerando lo dicho.

Fuente: world.expert.com

En una sociedad como la actual, y especialmente en las grandes ciudades, con un estilo y ritmo de vida marcados por la competitividad, la velocidad en todo lo que hacemos o la sobrecarga de información, y en el que hemos adoptado un estilo de vida sedentario, sin duda vale la pena dar un punto más de prioridad a un hábito que aporta múltiples beneficios a nuestra salud física y mental, y por extensión (vayamos más allá) a esa misma sociedad de la que formamos parte y a la que contribuimos. Me atrevería a decir que el deporte nos hace (o contribuye a ello) mejores personas.

De modo que ya tienes cuatro motivos, cuatro beneficios más, para decantar tu balanza del lado del deporte y ponerte en marcha… ¿preparad@?

Referencia bibliográfica:

  • Bueno i Torrens, David (2017), Cerebroflexia

 

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