¿Cuál es la variable psicológica más importante en deporte?

Vivimos un momento de la historia interesante para la psicología aplicada al ámbito deportivo. Aunque ya lleva muchos años de estudio y puesta en práctica, hasta ahora sigue habiendo ciertas reticencias y desconocimiento que hacen que, aún, no esté del todo integrada en la mayoría de los staff y cuerpos técnicos. Sin embargo, cada vez son más las voces relevantes que reclaman la importancia de esta parcela de su preparación, y cada vez son más los profesionales que hacen una excelente labor de divulgación para acercar al gran público lo que la psicología puede aportar a la preparación y el bienestar de los deportistas. La pregunta que hoy lanzo es ¿cuál es la variable psicológica más importante dentro de la preparación de un deportista?

Pues, como buen psicólogo, os diré que depende (de qué otra forma iba a ser ¿verdad?)

Popularmente, se tiende a asociar psicología deportiva a motivación como la variable estrella. Los entrenadores quieren saber cómo motivar a sus deportistas, y cuando un equipo se enfrenta a una gran final, o afronta un marcador adverso al descanso, se suele hablar de «la charla motivadora del entrenador que hizo que ganaran el partido»… Sobra decir que estas charlas, por cierto, no se mencionan cuando el partido termina en derrota.

La realidad es que ni mucho menos todo es motivación, ni existe una variable que podamos definir como «la más importante». Todas tienen su importancia y su peso, mayor o menor en el conjunto global, variará en función de distintos factores.

Aunque son varias las variables que intervienen en el rendimiento de un deportista o un equipo (atención, activación, estrés, motivación, confianza, cohesión, personalidad…) sí podemos considerar tres de ellas como bastante importantes, en tanto influyen y modulan sobre el resto: motivación, confianza y estrés. Y conocer con detalle cómo funcionan y cómo afectan al deportista es crucial para saber cuándo y cómo es pertinente manejarlas.

¿De qué depende que una u otra tomen el protagonismo? aquí algunos criterios que influirán en el trabajo a nivel psicológico con el deportista o el equipo:

  • Características del deportista: si por ejemplo estamos ante deportistas jóvenes, en etapas formativas, tendrá mayor peso la motivación y, en segunda instancia, la confianza. La motivación, además, deberá ser equilibrada y estar orientada a enganchar a los jóvenes al deporte en sí, a su actividad, a los entrenamientos… y no tanto a ganar, al logro, aunque tratemos de despertar su interés por competir. Además la actividad competitiva debe enfocarse hacia el aprendizaje y por lo tanto toca restarle trascendencia y, con ello, reducir el estrés. Si por el contrario estamos hablando de deportistas en categorías más avanzadas, cobrará más importancia una motivación hacia la victoria y el logro, si bien seguir dotando de equilibrio y que pongan parte de su foco en la tarea también es importante para su rendimiento presente y futuro. El estrés será otra variable que empezará a manejarse planteando situaciones complejas a las que el deportista se deberá habituar, y el objetivo ya no estará tan centrado en desarrollar su interés por el deporte sino en una faceta más competitiva.
  • Objetivo de la tarea o entrenamiento: hay momentos en que prima la motivación, como en el caso de afinar o poner a punto técnicas que ya dominamos, o a la hora de decidir llevar a cabo un cambio en un gesto técnico, y momentos en que primará la autoconfianza, como aquellos en que ya se esté adquiriendo una nueva técnica o se esté reemplazando una que ya no es suficiente. Cuando por ejemplo el objetivo sea el afrontamiento de situaciones estresantes, la variable será, obviamente, el estrés y la activación. Otro ejemplo podría ser el del aprendizaje táctico, en el que la atención será una variable con un peso importante.
  • Momento de la temporada: al inicio de la temporada tendrá un peso específico la motivación, que habrá que mantener a lo largo de todo el curso, e incluso se podrán generar situaciones en las que la confianza no sea tan elevada, de forma que el competidor no se acomode, mientras que en momentos próximos a un partido o evento importante, primará la confianza y la percepción de competencia, y deberá evitarse toda situación estresante para que el deportista pueda sentirse en condiciones de competir. Ante compromisos en los que el equipo se vea con demasiada confianza, el entrenador puede trabajar para incrementar el estrés y la activación negativa, de forma que el equipo rebaje su nivel de confianza (siempre de forma controlada y valorando muy bien la posibilidad de actuar en esta línea) y corra un menor riesgo ante rivales a priori inferiores. Otro aspecto es la cohesión del grupo, que será importante trabajar en pretemporada y fortalecer cuando los compromisos importantes se encuentren cerca. Sin embargo, alejados de los momentos clave, podemos crear mayor competencia y rivalidad dentro del equipo para poder evitar la relajación y el conformismo de determinados jugadores.
  • Momento del competidor/Equipo: ¿qué ocurre si un competidor se muestra desmotivado?, ¿debemos trabajar en su motivación?, ¿debemos reforzar su confianza?, habrá que ver de donde viene su déficit de motivación, porque en ocasiones es falta de interés, y en otros casos será falta de confianza. La manera de trabajar será diferente en ambos casos y no analizar con detenimiento cada caso puede resultar perjudicial. Otro ejemplo sería el de un deportista lesionado ¿qué prima?, ¿motivación?, ¿confianza? en estos casos es importante trabajar a nivel emocional con el deportista, replantear retos y sobre todo trabajar en sus expectativas y en su confianza. A nivel de estrategia, por ejemplo, prima trabajar con objetivos de realización muy muy alcanzables.

Como podemos ver, en función de distintos elementos (y sólo he mencionado unos pocos de manera muy simplificada) será más conveniente trabajar una variable u otra, no sólo para optimizar el trabajo y alcanzar objetivos, sino para que el trabajo no sea, además, contraproducente. Un ejemplo que siempre tengo en mente es el de un deportista desmotivado por falta de confianza al que se le plantean retos mayores con la buena intención de levantar su motivación pero el resultado, contrario a lo que buscamos, de mermar aún más su confianza y, con ello, su motivación.

Entender las variables nos ayuda a saber cuándo debemos trabajarlas y, tan importante como eso, cómo debemos trabajarlas. Afecta, por tanto, a la planificación deportiva de la temporada, y al tipo de estrategias o técnicas que vamos a escoger con cada deportista/equipo y en cada momento y circunstancia. En función de la situación concreta, del momento, de la persona… será más conveniente una u otra estrategia, y también el modo en que ésta se usa. Por ejemplo, en el establecimiento de objetivos, aquellos enfocados al resultado influyen mayormente en la motivación y requieren una base previa de confianza, mientras que los de realización están más ligados a esta misma confianza y sirven principalmente para fortalecerla. Otro ejemplo es el de las técnicas basadas en visualización. En este caso, si se trata de ensayar nuestro plan de actuación antes de competir, debe estar por encima la sensación de ser capaz y competente, y deberemos centrarnos en visualizar conductas que dominamos y de manera efectiva, mientras que si se trata de exponernos a situaciones estresantes, deberá ser alejados de competiciones y procurando no finalizar hasta dominar la situación.

Es un tema tan complejo como interesante y apasionante que, además, demuestra de la importancia de estar siempre preparado y contar con profesionales especializados en nuestro staff, que trabajen de manera analítica, rigurosa, ordenada, y sobre todo en línea con el resto de profesionales que componen los cuerpos técnicos, de modo que puedan asesorar y orientar de manera paralela, sobre la mejor forma de enfocar y abordar las distintas actuaciones para aprovechar y optimizar el trabajo.

Y tú ¿te habías planteado alguna vez estas cuestiones?, ¿sabías que puede existir esta diversidad de posibilidades a la hora de trabajar en tu preparación psicológica o la de tu equipo? Me encantará conocer tu opinión en comentarios