Cuestión de estilo

Si en lo deportivo tuviéramos que nombrar oy un protagonista para este 2022 casi recién iniciado, pienso que este sería Rafael Nadal. Y creo que habría bastante consenso en esta nominación. Y es que el mallorquín cerró el mes de enero ganando el Open de Australia al ruso Daniil Medvedev. A estas alturas a pocos les sorprenderá que Nadal gane un título. Lo que sigue dejando perplejos es la forma en que lo hace.

Y es que los dos primeros sets fueron para su rival, poniendo a Rafa el partido muy cuesta arriba. Pero ya sabemos cómo se relaciona el español con este tipo de situaciones ¿verdad? sí, finalmente y en una remontada épica, Nadal logró llevarse el gato al agua y ganar los tres siguientes juegos, lo que le valió llevarse el título, y con este suma ya 21 Grand Slams. Casi nada.

Fuente: TyC Sports

Con este triunfo, Nadal se convierte en el jugador con más Grand Slams en la historia, por delante de Federer y Djokovic, ambos con 20, y lejos del mítico Pete Sampras, con 14. Y si sigue a este ritmo, pronto podría alcanzar a Steffi Graf, con 22, Serena Williams, con 23 y Margaret Court, quien lidera la historia de este tipo de títulos con 24.

Todos estos nombres, junto con atletas de leyenda en otros deportes, tienen algo especial. Y no creo que sea un talento natural, que de ningún modo se sostendría sin un trabajo por detrás y, sobre todo, un estilo de funcionamiento consolidado y que es lo que puede aportar esa regularidad a la hora de rendir en el tiempo y a lo largo de los años.

La consistencia en el alto rendimiento es la que te hace ser memorable y quedar grabado en la retina del aficionado

Se trata de una cuestión de estilo. Al poco de ganar este último título, el tío y ex entrenador de Rafa Nadal, aprovechó para escribir en su columna, nuevamente, acerca de por donde van los tiros con su sobrino. Como en otras ocasiones, apuntó a lo habituado que el tenista está a la adversidad. Independientemente de ello y de mi posición personal acerca de los métodos y formas del entrenador mallorquín, creo que una de las cosas que diferencian a Rafa, y a otros cracks que marcan la diferencia, es que cuenta con un estilo de funcionamiento muy asentado y fruto de muchos años de trabajo, esfuerzo… y método.

Fuente: as.com

Pienso que un verdadero crack, un deportista o un profesional que marque la diferencia, no debe ser alguien de ráfagas o genialidades puntuales. Me da igual si Cassano te ganaba un partido con una individualidad majestuosa si fuera del campo era un jugador dado a los excesos y con una disciplina frágil. La genialidad puntual te puede ganar un partido, incluso un título, y darte algunas portadas. La consistencia en el alto rendimiento es la que te hace ser memorable y quedar grabado en la retina del aficionado. Pero además es la que te da más años de éxito y la que te ayuda a poder disfrutar de tu deporte durante más tiempo y alargando tu carrera deportiva más allá del momento donde otros cuelgan las botas, los guantes o aquello con lo que compitan.

Todo deportista debería buscar aquello que le funcione y desarrollar hábitos, rituales, rutinas que conformen su estilo a la hora de funcionar

Y creo que Rafa tiene eso, un estilo de funcionamiento muy marcado y trabajado a lo largo de toda su vida. Y un estilo asentado en hábitos y formas de trabajo que le funcionan. Lo puedes ver en sus rutinas previas al partido (En su libro ‘Rafa, mi historia’, el propio jugador habla de lo que él llama «el ritual anterior al juego» y en el que define minuciosamente paso por paso lo que hace 45 minutos antes de cada partido), en sus rituales al salir a la cancha, en lo que hace entre cada punto, su forma de reenfocar su atención, cómo recupera tras cada partido (se elogió mucho su rutina de recuperación tras la final de Australia, algo que tal vez debería ser lo normal) o cómo hace una valoración de su rendimiento tras los encuentros. Esto último, por cierto, también se trabaja desde bien pequeños y ayuda a valorar objetivamente lo que hacemos en el entrenamiento o el campo de juego.

Es posible, también hay que decirlo, que en ocasiones lleve demasiado a extremo este tipo de rituales, rutinas o hábitos. Recientemente ví un vídeo en Youtube en el que se hablaba de ello, y se contaba la anécdota de que en un torneo se tuvieron que saltar los protocolos para que Rafa saliera con su raqueta en la mano como normalmente acostumbraba. Creo que, sin llegar a estos extremos, todo deportista debería buscar aquello que le funcione y desarrollar hábitos, rituales, rutinas que conformen su estilo a la hora de funcionar.

Incide en tu preparación pre partido, en tu recuperación post partido, en la manera en que enfocas y reenfocas la atención durante el encuentro, en la forma en que valoras lo acontecido posteriormente y por ende en la manera en que te afecta el resultado, ya sea favorable o desfavorable, y en la forma en que enfocas y aprovechas esa experiencia para siguientes encuentros.

Y a nivel psicológico, incide en directamente en tu atención y en tu percepción de control, y con ello en la regulación de tu activación y en tu nivel de confianza, respectivamente. Te ayuda a no perder la concentración en los momentos clave y a poder reenfocar tu atención en aquellos elementos relevantes para el siguiente punto, tiempo, asalto o lo que quiera que defina tu deporte.

Cuestión de estilo, de hábitos. Creo que ahí reside uno de los secretos del alto rendiemiento en el deporte.

Bibliografía recomendada

  • Nadal, R., Carlin, J. (2011), ‘Nadal, mi historia’. Ed. Indicios