Messi, Haaland, Foden, Griezmann… con la vuelta al cole, vuelvo a ver sus dorsales cada mañana, a la espalda de esos chavales y chavalas cargados de ilusión desde los primeros rayos de sol, en el patio, cada mañana al acompañar a mi hija al colegio. Son los ídolos del patio
Emulan a sus ídolos mientras se acerca la hora de entrar a clase, como si no quisieran perder un segundo del día para poder trotar por la banda, driblar, centrar, chutar… celebrar. Es uno de esos momentos en los que se libran de la táctica, la disciplina, y dan rienda suelta a su creatividad, a su ingenio. Verlos a ellos o a cualquier chaval jugando en el barrio te hace entender dos cosas:
Una, que lo que los niños quieren es jugar, divertirse. Esto es algo que debería apreciar cualquier entrenador en etapas formativas a la hora de enfocar sus clases. Fuera ejercicios aburridos, fuera colas interminables para esperar a hacer una tarea rutinaria. Quítales límites y deja que jueguen y disfruten. Fomenta su creatividad, no penalices el error, refuerza cada intento, cada buena acción, cada buena jugada. Evidentemente, dentro de una estrategia general encaminada al aprendizaje, pero con una dinámica amena, divertida.
Y dos, la importancia del ejemplo, de los referentes, de sus ídolos. Imitan sus maneras, sus gestos, sus celebraciones. Generalmente son muy seguidos los delanteros, seguramente por la importancia que damos al resultado, por lo vistoso de los goles, por lo relevante de ser el héroe o la heroína del partido. Pero en general, los y las grandes cracks son figuras muy relevantes para cualquier joven aficionado al fútbol.

Y esto deberían tenerlo siempre presente. A la hora de comportarse, a la hora de atender a un aficionado o aficionada, a la hora de enfrentarse a un rival, a la hora de celebrar un gol, a la hora de ganar, de perder, de afrontar las dificultades, a la hora de ponerse delante de un micro… cada gesto, cada comportamiento, cada palabra, etc… encierran actitudes, demuestran valores, y nuestros pequeños y pequeñas son absolutamente permeables a todos esos comportamientos.
Por eso pienso que esos cracks, esas estrellas que están en el centro de todas las miradas, deberían asumir esa responsabilidad y ser ejemplares.
Y lo que a tí (si tienes pequeños a cargo) y a mí nos toca, es saber observar y emplear esos ejemplos en favor de la educación de nuestros pequeños y pequeñas.
Nuestros ídolos del patio…
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