Así sí, papá: un ejemplo de padre a hijo en las gradas del RCDE Stadium

Llevaba unos días dando vueltas al asunto. Quería escribir sobre los recientes (y próximos entre sí) episodios de violencia que han vuelto a empañar el deporte en nuestro país en sendos campos de fútbol de categorías infantiles con los padres como protagonistas. Desafortunadamente no podemos decir que se trate de hechos aíslados, aunque desconozco si, estadísticamente hablando, lo son.

Lo cierto es que ni han sido los primeros, ni seguro serán los últimos, y eso ya es preocupante.Lo que no es habitual es lo sucedido en el campo del Espanyol durante el partido que enfrentaba en liga al equipo catalán contra el Betis. En la grada un padre y un hijo, seguidores del conjunto verdiblanco, y entre ellos toda una lección de valores en el deporte. Y esto sí vale la pena compartirlo.

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Fuente: http://www.elhuffingtonpost.es

Las cámaras de Movistar+ recogieron las imágenes de ambos durante el encuentro, y dejaron momentos ejemplares de lo que debe ser la educación en el deporte para los más pequeños. ‘El Huffington Post’ recogió la noticia, en la que se puede leer (y escuchar) con mayor detalle los momentos más destacados.

A cada observación o pregunta del emocionado pequeño (su primer partido en directo no era para menos), a cada momento de tensión o emoción, el padre sabe escoger las palabras adecuadas y la reflexión más constructiva, desde la sencillez necesaria y sin entrar en complicaciones.

¿Que el niño se fijaba en los insultos al árbitro? el padre le explicaba que “están nerviosos” y con un “no hagas caso. Tu no lo hagas”,  le indicaba a su chaval la alternativa correcta, la independencia de comportamiento de la gran mayoría, rematando con un “ya sabes que a mí no me gusta criticar a los árbitros y al equipo contrario” ¿Que desde la grada se escuchan cánticos e insultos contra la afición del Sevilla? vuelta al ejemplo con un “eso no me gusta. Que se metan con el Sevilla no me gusta” ¿Que tu equipo tiene que lanzar un penalti importante? tranquilidad, “no pasa nada. Si lo mete, bien. Y, si no, pues mira”

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Fuente: http://www.elhuffingtonpost.es

Un padre, una madre, son ejemplos importantes para un hijo. Es una responsabilidad enorme, y debemos entender que, por encima de nuestros gustos, nuestras preferencias, nuestros colores, nuestros egos y nuestros intereses, debe estar su bienestar y su formación, no sólo como deportista sino sobre todo como persona. Y por tanto tenemos que ser consecuentes con nuestros actos y entender el peso que tiene. Debemos ser todo un modelo de conducta. De hecho, lo queramos o no, somos un modelo de conducta y no podemos actuar sin considerar a nuestros pequeños y pequeñas como parte activa de la ecuación. Para mí, es muy bonito ver a este padre mantener la calma de manera tan natural, expresando lo que piensa y siente de una manera sosegada. No es solamente lo que decimos. No es únicamente el contenido, sino también, y sobre todo, la forma. No podemos pretender que aprendan una cosa actuando en el sentido contrario. Debemos construir sobre el ejemplo diario en todas nuestras facetas (Nadie dijo que educar a un niño -y hacerlo bien- fuera fácil ¿Cierto?)

Y al final, su Betis perdió. Pero como hemos leído tantas veces, ‘unas veces se gana, y otras se aprende’. Y creo que de este partido, el chaval aprendió un poquito más para, el día de mañana, vivir el deporte y la vida de una manera más sana y deportiva.

“Si perdemos, perdemos, y si ganamos, ganamos. Esto es el fútbol” (y el deporte, por extensión) Y punto. Los niños son eso, niños. Y por tanto, están en una etapa en la que no necesitan ganar, sino divertirse, aprender y formarse para la vida. Más allá de eso, cualquier situación violenta (ya sea una pelea o ya sea profiriendo insultos contra el árbitro o el rival) es quitarles el protagonismo que deben tener; es no entender la verdadera necesidad que se debe cubrir con la práctica deportiva; y peor aún, es causarles un perjuicio que, en mayor o menor medida, va a repercutir en su presente y posiblemente en su futuro.

Y todo esto es parte importante de la gran lección que necesitamos interiorizar como padres para ser, de verdad, uno más en el equipo de nuestros pequeños.

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