Ayer, de vuelta a casa tras un fin de semana de desconexión fuera de la ciudad, escuchaba atento por la radio el partido entre España y Rusia, y cómo se resolvió, dramáticamente, a favor de los rusos en la tanda de penaltis.
Dicen que llegar a la ronda de lanzamientos desde los 11 m. es toda una lotería o, irónicamente en nuestro caso ayer, jugar a la ruleta rusa. Esto deja todo en manos del azar y de la suerte, y cualquiera podría ganar. Y mientras tanto, paradójicamente seguimos hablando de porteros parapenaltis y de especialistas en este tipo de lanzamientos ¿En qué quedamos?, ¿Es suerte y cualquiera puede marcar o fallar?, ¿o realmente puede uno/a estar preparado/a para estas situaciones y conseguir estar más cerca del éxito a base de entrenamiento?, ¿Por qué, si no, confiamos más en unos jugadores que en otros para darles la responsabilidad?
La suerte en los penaltis tiene un nombre: preparación.
Vayámonos por un momento a la situación que nos ocupa. Octavos de final de un Mundial de Selecciones, eliminatoria a partido único. Sigues en el camino o te vas para casa. Pendientes de tí, las miradas de todo un estadio, y de millones de personas desde sus hogares, bares o cualquier lugar donde haya una televisión. La presión, antes dividida entre todo el equipo, ahora recae sobre tus espaldas. El factor tiempo desaparece de la ecuación: aciertas o fallas, y no hay corrección posible ni tiempo para más. En el primer caso, mantienes al equipo, y en el segundo, lo acercas más a la eliminación.
Imaginad por un segundo la presión que el jugador/a que lanza (presumiblemente mayor que la del portero que tiene delante) tiene en ese momento, y la ansiedad que puede generarle si no es capaz de manejar la situación, si no es capaz de regular y controlar sus emociones, sus pensamientos, su activación. En un momento de pausa en el que se prepara para ir al punto de penalti, coloca el balón, espera durante unos segundos el pitido que señale el momento del lanzamiento… se requiere una especial capacidad de control y la seguridad que le permita ejecutar con confianza y sin dudas.
Son momentos en los que los pensamientos pueden jugarnos una mala pasada. Es la llamada activación cognitiva que bien señalaba Antonio José Cuesta en Twitter a colación del mismo encuentro.
Nivel de activación cognitiva (positiva y negativa) es la variable psicológica más importante en la tanda de penaltis.
Ansiedad, dudas, presión (activación negativa)
Seguridad, confianza (activación positiva.— Antonio J. de la Cuesta (@adelacues) 1 de julio de 2018
Este tipo de activación, a diferencia de la puramente fisiológica, puede ser de signo positivo o negativo, y actuar a favor o en contra de nuestra actuación si conseguimos gestionarla adecuadamente, y esto puede lograrse con el entrenamiento y la preparación adecuados.
Desarrollar una rutina específica para estos momentos, trabajar un autodiálogo efectivo, aprender a regular la activación fisiológica a través de la estrategia que mejor se ajuste a cada caso y planificar cuándo y cómo lograrlo… son algunas vías a través de las cuales podemos preparar al jugador para que tenga más control sobre la situación y que de este modo gane más confianza y seguridad de cara a este momento decisivo. Hablamos de preparar aquello que está bajo nuestro control, y el azar (la famosa lotería) queda fuera de esto.
¿Y qué ocurre con el portero/a? aunque a priori la presión pueda parecer mayor para el lanzador, es evidente que el guardameta también tiene toda una responsabilidad para la que, igualmente, puede prepararse. Dejo aquí un tuit de Santi Cañizares, quien fuera portero de la selección Española y referido al partido Croacia-Dinamarca:
Sin duda lo mejor del día los lances en los penalties del CRO-DIN.
Todo un ejemplo de gestión por parte de los porteros.
Máxima Concentración para:
1.- Intuir y anticipar el lanzamiento.
2.- Estar convencido de pararlo.
3.- Realizar el gesto técnico adecuado.— SANTIAGO CAÑIZARES (@santicanizares) 1 de julio de 2018
La figura del portero es especial, y tiene algunas particularidades que lo hacen diferente al resto del equipo. En un artículo de la web ‘Offside Magazine’ se habla de la ‘soledad del portero’, de la notable visibilidad que tiene cualquiera de sus acciones, o de la necesidad de desarrollar una especial capacidad de gestionar la atención y el nivel de activación por parte de este jugador durante el partido (puedes ver un artículo muy completo aquí) Es un perfil difícil y que requiere un especial trabajo a nivel psicológico para su papel en el campo. Y la preparación de cara a la pena máxima es, una vez más, fundamental. En un artículo del portal ‘Noticias de Navarra’, se habla de la labor de Richard Sanzol, considerado ‘fabricante de parapenaltis’ por su trabajo con los porteros de Osasuna (puedes ver el artículo completo aquí)
El trabajo individual y descontextualizado, no basta para preparar al equipo ante una eventual y definitiva tanda de penaltis, sino que conviene integrarlo en el contexto de una situación lo más próxima a la que el equipo se va a encontrar. Es decir, podemos ir un paso más allá y diseñar ejercicios o entrenamientos en condiciones cercanas a las de la competición. Recrear el momento en el que será necesario poner en práctica lo trabajado y llevarlo a cabo. Esta es una labor difícil, dado que recrear determinadas condiciones como las que nos ocupan en este artículo es ciertamente utópico. Pero sí podemos buscar recrear las principales claves que definen la situación, inducir esa sensación de presión y de responsabilidad en el jugador diseñando ejercicios basándonos en los principios psicológicos adecuados para ello.
Los penaltis no son, por tanto, una lotería. No son puro azar. A mayor preparación, mayor probabilidad de éxito. Y sólo hemos tocado aspectos que afectan a la preparación psicológica del equipo, pero también existe una labor de observación y estudio del rival en estas tareas, por ejemplo. El trabajo que podemos desarrollar para ello es tan rico y amplio que vale la pena integrarlo y planificarlo junto con el resto de parcelas, física, técnica y táctica.
Dejo, para finalizar, un último tuit de Santi Cañizares, en referencia a la tanda de penaltis que el Valencia perdió frente al Bayern de Munich hace ya casi veinte años:
De mi tweet anterior deduciréis que para mi los panalties NO son una lotería.
Me hubiera gustado que así lo fueran, y que aquella noche Oliver Khan sólo hubiera comprado boletos en lugar intuir/anticipar/convencerse/acción técnica.— SANTIAGO CAÑIZARES (@santicanizares) 1 de julio de 2018
