Y Bale volvió a caer… ¿le podría estar jugando su mente una mala pasada?

Ha vuelto a caer. Y van… no se sabe cuántas ya. Gareth Bale ha quedado fuera de la convocatoria con su equipo una vez más en esta temporada.

Navegando por la red podemos comprobar que desde que vino a Madrid, el galés acumula ya más de una veintena de lesiones y casi 70 partidos de baja por este motivo, un dato que llama la atención a cualquiera y que desde hace tiempo está en tertulias y periódicos, que no han tardado en encontrar semejanzas entre su caso y el de otro ex madridista relativamente reciente, J. Woodgate.

Lo cierto es que, a día de hoy, parece que no se da con la solución a su situación y ya se empieza a hablar del factor mental en todo esto. Somos muchos los que pensamos que, tal vez, el componente psicológico pueda tener cabida en el puzzle de Bale.

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Fuente: spherasport.com

La relación de variables psicológicas con el fenómeno de las lesiones deportivas es algo a lo que cada vez se presta más atención y en este caso particular podría plantear algunas hipótesis interesantes. Y por eso quiero dedicar el post de hoy a este tema.

De entre los posibles aspectos mentales que guardan relación con la aparición de lesiones, destaca el estrés, que puede debe ser considerado antes, durante y después de la lesión.

Esto me lleva a la primera idea que quiero compartir contigo: la relación entre estrés y aparición de lesiones (o dificultad para recuperarse) es compleja y circular, es decir, el estrés puede predisponer al deportista a padecer una lesión, y ésta a su vez es una fuente de estrés importante, lo que puede mantener al deportista en una situación de predisposición a la lesión, a recaídas y a un peor proceso de recuperación…

Y este mismo círculo vicioso nos lleva a la segunda idea: el estrés, o cualquier otra variable psicológica, no provoca la lesión, sino que predispone a una mayor vulnerabilidad. En otras palabras, tienes más papeletas para caer lesionado si de manera permanente (no puntual, matiz importante) estás afectado por un alto nivel de estrés y no sabes manejarlo adecuadamente (también muy importante) El estrés es un factor que predispone (a las lesiones), mantiene (esa vulnerabilidad) y dificulta (la recuperación) Puede influir de muchas maneras: afectando al sistema inmunológico, por exceso o defecto de activación, afectando a procesos atencionales, etc… y puede venir por diferentes elementos, ya sean deportivos o extradeportivos.

Por lo tanto, una tercera reflexión es que la intervención psicológica debe estar encuadrada e integrada con el resto de áreas involucradas, y que la labor del psicólogo debe estar coordinada con y al servicio del resto de especialidades y agentes implicados (fisios, entrenador/a, médicos, el propio entorno del deportista, etc.) No te vas a recuperar por trabajar únicamente el aspecto mental, y no vas a salir de la lesión aprendiendo estrategias de afrontamiento del estrés. Lo harás con ayuda de los especialistas en la materia, y facilitará mucho el proceso que trabajes el plano psicológico. Hay dos grandes objetivos: por un lado, prevenir, hacer lo posible para evitar que esto ocurra, dando al deportista las herramientas necesarias y trabajando sobre otros puntos (entrenamientos, apoyo de su entorno, organización…); y por otro, una vez que la lesión tiene lugar, optimizar al máximo posible el proceso de recuperación, desde el mismo momento de la lesión hasta la reaparición (si se da el caso), y posterior a ésta. En todo este proceso entran en juego muchas otras variables a las que hay que prestar atención, como la motivación, la autoconfianza, las creencias, expectativas, etc. y todas juegan un papel importante en determinados momentos, por lo que también conviene trabajarlas y tenerlas presentes.

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Fuente: triatletasenred.com

Y ¿qué ocurre con Bale?

Francamente, no lo sé. Tan sólo puedo tener ideas y hablar de hipótesis, como es lógico.

Su figura siempre ha sido el centro de muchos focos y conversaciones desde que lo fichó el Real Madrid. Es un jugador internacional con su selección y uno de los pilares en su club actual, al que llegó sin ser una estrella consagrada, llegando a formar parte de lo que la prensa bautizó como BBC (Benzemá, Bale y Cristiano, rivalizando ni más ni menos que con la MSN del Barça, formada por Messi, Suárez y Neymar) Una apuesta importante que supuso un desembolso económico destacable y muy comentado en su momento. El listón siempre estuvo alto para él.

Cada vez que ha salido al terreno de juego, las expectativas han sido elevadas, y si tiene un mal día, las críticas están aseguradas. También si cae lesionado de manera reiterada. Se le espera en los grandes partidos y no se le perdona en los pequeños. Todo ello supone presión añadida a la habitual en el deporte de competición.

Desconozco lo que ocurre por su cabeza, pero imaginemos que ante tal presión, el jugador no tuviera la habilidad suficiente para gestionarlo todo adecuadamente y que una de las vías de escape fuera evitar competir. Una inoportuna recaída podría ser la salida para él ¿Podríamos pensar que evita su completa recuperación para no tener que enfrentarse a la situación que le provoca tal estrés?, ¿Disponer de estrategias y habilidades de afrontamiento adecuadas y saber aplicarlas debidamente podría ser útil? Es una posibilidad que habría que valorar.

También podría ser que, al contrario de lo anterior, su ansiedad por volver a competir le haga actuar con precipitación, aún sin estar del todo recuperado, lo que conlleva más posibilidades de recaer. En este caso, sería interesante, entre muchas otras medidas, centrar las expectativas del jugador y establecer objetivos razonables y progresivos en su reaparición. Es otra posible situación perfectamente válida.

Como se puede apreciar, no entro a valorar aspectos físicos de los que no tengo conocimiento, pero que también hay que analizar para determinar su vulnerabilidad física y cómo prevenir en este sentido.

Como digo, todo lo que puedo aportar son hipótesis posibles pero no necesariamente ciertas, y será su entorno, su club, los profesionales expertos que le rodean y trabajan con él quienes sabrán con mayor precisión qué hacer. De cualquier modo, es evidente que la situación no debe ser nada agradable para el jugador, y por ello creo que, en cualquier caso, considerar el aspecto psicológico como parte de la recuperación sólo puede sumar en positivo.

Y por supuesto, ojalá pronto pueda recuperarse y volver a disfrutar del deporte con normalidad.

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